Opinión

Derechos Humanos y calidad en salud

La comprensión de la calidad en salud permite visualizar el efectivo cumplimiento de los derechos humanos en salud para todos, debido a que involucra a todas las personas, todos los procesos y todo el tiempo. Cuando se habla de personas, se habla de ellas y de sus competencias profesionales y laborales, acorde a su formación educativa y a las necesidades laborales, además de los pacientes y de los usuarios.

Tanto usuarios como pacientes tienen el derecho de visualizar e identificar al profesional con formación y capacidad resolutiva para la satisfacción de sus necesidades. El paciente debe identificar con facilidad al grupo ocupacional hospitalario que lo está atendiendo. Además, la calidad involucra todos los procesos, lo que implica infraestructura, equipamiento e insumos adecuados y recursos humanos.

Es importante tener en cuenta las herramientas de medición de los procesos y aplicar el método científico para mejorar, en modo continuo, los niveles de calidad de los establecimientos que brindan atención médica. Sólo en este contexto es posible comprender los procesos de acreditación hospitalaria y de las facultades de medicina, la certificación y recertificación de los recursos humanos en salud y la auditoría médica.

La acreditación da la seguridad o garantía de lo que representa una facultad de medicina o un establecimiento hospitalario, y recoge información sistematizada de la infraestructura, equipos, insumos, recursos humanos, procesos y resultados, y se compara con un estándar establecido, todo lo que permite a los pacientes y usuarios ejercer adecuadamente sus derechos.

La certificación y recertificación es la garantía de que el profesional lleva a cabo un proceso de educación médica continuada, cuya finalidad es elevar la calidad del acto médico y del ejercicio profesional, y que puede ser comprobado en modo objetivo por los pacientes.

La auditoría médica es el proceso mediante el cual los propios médicos auditan los actos médicos proponiendo medidas correctivas, con la única finalidad de mejorar la calidad del acto médico. Mucha gente, incluyendo los propios médicos, no sabe que existe una diferencia entre auditoría gubernamental, que realizan las inspectorías, contraloría, etc., como proceso administrativo, cuyo fin es deslindar responsabilidades y tomar las medidas correctivas, administrativas, éticas, civiles y penales, frente a la auditoría médica, cuya función es la mejora continua del acto médico, excluyendo las medidas punitivas.

Los derechos humanos que gozamos todos, como conquista de la civilización, incluyen también el derecho humano a la salud y requieren, además, un altísimo componente ético que impida las diferencias de calidad en salud para ricos y para pobres, y que rechace toda forma de exclusión social.

La calidad en salud permite satisfacer las necesidades del paciente en concordancia con los avances de la ciencia y la tecnología, con respeto irrestricto de los principios éticos y de los derechos humanos.