Periódico Número 7

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Cuestionada política de Essalud

La situación del servicio de Essalud cada vez se hace más crítica. La demanda de pacientes es cada vez mayor en el área de emergencia, y el sistema de generación de citas es tan caótico que estas pueden demorar inclusive hasta tres meses.

En el caso del Departamento de Emergencias del Hospital Edgardo Rebagliati, que atiende el 60% de las emergencias del total de hospitales de Essalud, se han visto rebasadas sus capacidades de infraestructura, equipo y personal médico, lo que deriva en el hacinamiento, demora en la atención, hospitalizaciones prolongadas de emergencia y, como consecuencia, aumento en el riesgo de las complicaciones.

La Asociación de Médicos Emergenciólogos de este importante nosocomio ha señalado que la causa de la grave crisis radica en la inadecuada distribución de recursos económicos, deficiencia en la implementación de otros hospitales y policlínicos, mala organización del sistema de atención en consulta externa y en áreas hospitalarias. Por su parte, el Dr. Hermes Velásquez Chamochumbi, presidente del cuerpo médico ha denunciado de igual forma el hacinamiento y la falta de equipos.

A pesar de esta situación, se advierte un plan para disminuir el número de médicos emergenciólogos, poniendo, como es de suponer, en peligro la vida de los pacientes y aumentando el riesgo de negligencias médicas.

Editorial:

Minsa a la deriva

¿A dónde va el sector Salud?, ¿qué impacto se busca?, ¿qué áreas priorizar? ¿en qué forma se produce y qué estrategias aplicar en función de metas?, ¿quiénes producen los servicios de salud?, ¿qué rol tienen y como los desempeñan las instituciones del Minsa?... Estas son sólo algunas preguntas que deberían plantearse los funcionarios del Gobierno y, como es obvio, formular propuestas coherentes en favor de la salud del país.

Es lugar común señalar los pésimos indicadores de salud que posee nuestro país. Detrás de estas cifras hay dolor y muerte. El manejo poco juicioso de la cosa pública, unido a la impunidad en alianza con aristocracias sindicales, convierte al sector Salud en una nave a la deriva. Esto ha llevado a una pérdida de la línea de autoridad, a la politización y a las cuotas de poder. La unidad de mando se ha roto y actores subalternos desempeñan funciones superiores. Se ha estimulado la labor sindical gremial y existe alta tolerancia al conflicto social. La firma de actas de compromiso se ha hecho costumbre. La ineficacia, la ineficiencia y la corrupción del sistema de salud hace inalcanzable cualquier monto presupuestal que se asigne.

Por si fuera poco, el desconocimiento de la realidad sanitaria es patético. Por ejemplo, plantear que en 7 provincias donde reside el 50% de la población, el 40% no tiene acceso a la salud, y en 189 provincias donde reside el otro 50% de la población, no tiene acceso a la salud el 70%, nos lleva a la conclusión de que casi 15 millones de peruanos no tendrían acceso a la salud. Hecho absolutamente falso. Hay que aclarar que la atención de salud (promoción y prevención) llega hasta el 90%. Sin embargo, la exclusión reconocida por los estudiosos en atención médica es de 25% de la población. El drama del Perú es la exclusión de atención médica. Además, el Seguro Integral de Salud, el año 2003, ha subsidiado 2,739 cesáreas a la quinta parte más pobre de la población y 14,399 cesáreas a la quinta parte más rica del país. Es decir, el Minsa se dedica a subsidiar a la población más rica y a ampliar la brecha de inequidad entre ricos y pobres, sin que nadie atine a hacer algo.

Uno de los bienes más preciados de los sistemas de salud es el resguardo de la intimidad de los pacientes. Sin embargo, el Minsa ha promulgado una norma de historias clínicas que viola la intimidad y los derechos humanos de los pacientes. Además horroriza el anuncio que todavía falta promulgar el sistema de referencia y contrarreferencia, la categorización hospitalaria y el sistema integrado de información. El poco conocimiento técnico y el desprecio demostrado por los derechos humanos de los pacientes, hacen que exijamos, por lo delicado de la información médica, un amplio debate técnico y público de dichas normas y, como primer paso, que se derogue la norma de historias clínicas.

Visión Médica ha elaborado un balance de la gestión de salud del actual gobierno y ha focalizado la actual gestión ministerial. Esperamos que el esfuerzo sea apreciado por el Ejecutivo, el Congreso de la República y todos los actores involucrados y que hagamos una gran cruzada nacional en pro de la salud de nuestro país.