Diario "La Primera" - Lima, 31 de julio del 2005

Herberth Cuba García

La salud como anécdota

La salud una vez más ha sido olvidada por el presidente Toledo en el mensaje a la nación. Ha referido algunos logros, que son muy discutibles y ha omitido el incremento de los indicadores negativos de la salud y, lo que es peor aún, no hay capacidad de enmienda.

El país esperaba unos lineamientos claros, con objetivos y estrategias, que permitan brindar a la población mejores servicios, mejorar la eficacia y eficiencia del gasto en salud, y que  sirvan como puente para el siguiente gobierno. Sin embargo, se ha diluido en el detalle, en la anécdota. Ha faltado darle coherencia a los logros macroeconómicos con el sector salud. En salud, ha hecho falta el estadista.

Ha referido como logros al Seguro Integral de Salud, señalando sus diversos componentes, como parto institucional, el número de atenciones, disminución de la mortalidad infantil, el aumento del número de vacunas por niño, el incremento salarial de los profesionales de la salud y la rehabilitación en el presente año de 24 hospitales regionales. Y finalmente, como parte del Programa Nacional de Reparaciones, la asignación de 4 millones de soles para mejorar sus postas.

Ha omitido el alto nivel de ineficiencia del Seguro Integral de Salud, por el subsidio del Estado a las personas que no lo necesitan, sobre las quejas contra las vacunas (que contienen como preservante al mercurio y que pone en riesgo la salud de los niños) y señalar que sólo 24 hospitales regionales se beneficiarán de mejoras, sin precisar montos, es algo muy insignificante frente al colapso del sistema hospitalario del país.

La realidad de la salud en el Perú es otra. Hay un deterioro cada día mayor de los indicadores negativos (por ejemplo, dengue, malaria, tuberculosis, verruga, etc.), de la infraestructura, equipamiento y escasez de insumos.

Como sabemos, esto no se justifica sólo por falta de dinero, sino que hay ineficacia e ineficiencia. Se gasta el poco dinero sin objetivos claros y con estrategias costosas. La percepción que nos queda después del mensaje a la nación es que el sector salud está a la deriva y el primer mandatario no se da cuenta.

La profesión médica hace votos para que los actores políticos, la ciudadanía, saquen de la anécdota al sector salud y logremos que el gobierno perciba como necesaria la coherencia entre el desarrollo económico y el desarrollo de la salud.