DEBATE MÉDICO

ALTA VOLUNTARIA 

Herberth Cuba García*

Ha empezado ha recorrer el país una serie de noticias en relación al rol de los médicos en la defensa de la vida. En Piura un padre se opuso a una transfusión sanguínea de su hijo y este falleció. Se arguyo libertad de cultos. Luego, en un hospital local un paciente “solicita alta voluntaria” y fallece. También se arguye a la libertad. Estos hechos con consecuencias funestas necesitan una reflexión para que no vuelvan a ocurrir y peor aún, para que la sociedad deslinde responsabilidades.

La Constitución Política del Perú establece una jerarquía de valores. El primer valor ha sido consagrado a la defensa de la vida y la salud. La libertad es el segundo. Nadie puede quitar la vida, ponerla en riesgo ni suicidarse. El estado la tutela.

En otros países, como los EEUU, el primer valor es la libertad. En consecuencia la vida es relativa al ejercicio de la libertad. En consecuencia, para salvarle la vida a un suicida hay que preguntarle.

La ética médica consagra como su primer valor o principio, el primum non nocere, es decir, en primer lugar no hacer daño. La ética médica, hipocrática, coincide plenamente con nuestros preceptos constitucionales, en la defensa de la vida. No hacer daño a la vida. La beneficencia, es decir, buscar el bien de nuestro paciente es el segundo principio. Poner el principio de beneficencia antes que el de la vida, es relativizar la ética y la vida. ¿Qué significa hacer el bien?. Hitler con el argumento de hacerle el bien al pueblo alemán fabricó un holocausto. Por ello, sabiamente la ética médica  le da al principio de beneficencia un legítimo segundo lugar. El primer principio es no hacer daño, por ello también la ética médica es conocida como ética del no mal.

En los EEUU, donde el principio de la libertad esta sobre la vida, existe una corriente ética, que se disputa con la ética médica la supremacía en el pensamiento médico, esta es la bioética. La bioética tiene como primer principio a la autonomía del paciente, es decir la libertad. La vida esta al servicio de la libertad. La bioética exige un contrato para salvar una vida. Este contrato se llama consentimiento informado.

 ¿Es necesario revisar estos aspecto éticos y legales para entender los funestos casos señalados?, Si, es necesario. Hay que tomar en cuenta que la valoración de los hechos que realizan las normas, las leyes, se enmarcan dentro de los principios constitucionales. Si la Constitución Política del Perú, protege la vida y la salud por sobre todos los demás principios, de igual manera deberían proceder los médicos y el sistema sanitario del Perú. Los médicos no pueden aplicar los principios bioéticos en su quehacer cotidiano laboral. Eso sería ilegal.

Negarse a recibir una transfusión, siendo este el último recurso para sobrevivir, no sólo es no ético sino también ilegal. De igual forma, exigir el alta voluntaria, cuando su salud esta en riesgo o peligro de muerte.  La alta voluntaria es contraria al ordenamiento jurídico y contrario a los principios de la ética médica. Los médicos debemos recurrir a los jueces, para que con el auxilio del derecho nos ayuden a salvar vidas y daños a la salud.  


*Vocero oficial de la Asociación Médica Peruana”

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