PPK
y la Salud
Herberth
Cuba García*
Ha
concluido la crisis ministerial con la juramentación del gabinete PPK. Lo
novedoso consiste en un cambio en los ministerios que dirigen la estructura básica
del estado: defensa, interior, justicia a manos del perúposibilismo.
Economía y finazas a cargo de la tecnocracia que aporta el Premier. Luego, los
sectores sociales han quedado tal cual estuvieron en el gabinete Ferrero. PPK aporta la confianza que impide la protesta por la mayor
participación del partido de gobierno en esta última etapa. Sin embargo, las
metas sectoriales, sobre todo en las áreas de salud, educación, trabajo y los
de asistencia social serán duramente cuestionadas, debido al gran impacto en
votos de estos sectores dentro del proceso electoral en marcha. Los ministros deberán cumplir nuevos roles. Se necesita que los logros macroeconómicos
sean coherentes con la política social, y no sigan a contracorriente como hasta
hoy.
Por ejemplo, ha
habido un retroceso de hasta 15% del gasto en salud. Existe una real pérdida de
derechos en salud de parte de los pacientes. La pobreza significa no sólo la
imposibilidad del pobre de sobrevivir y de la falta de capacidad para modificar
esa situación, es decir, salir de ella, sino también, la imposibilidad de
ejercer sus derechos ciudadanos, es decir, el ejercicio de sus libertades. El gobierno debe generar los mecanismos económicos necesarios, subsidios, para
implementar una política social que salve la coyuntura (evite muertes o daños
irreversibles) e inserte socialmente al pobre. Este es el caso del subsidio en
planificación familiar, que acusa aguda escasez en condones, píldoras
anticonceptivas, inyecciones, etc. o también del caso de la escasez de vacunas
y que hoy se encuentra en el ojo de la tormenta mediática. A la denuncia
por el contenido de mercurio en las vacunas, que obligó al ministerio de salud
a retirarlas, hoy se suma la denuncia de desabastecimiento, debido probablemente
al aprovisionamiento de nuevas vacunas de dosis única, llamadas pentavalentes y
que no contienen mercurio. Finalmente, ¿que sucede cuando un pobre
tiene una enfermedad aguda, por ejemplo, una apendicitis?, acude a un hospital
pero no tiene dinero para pagar el gasto, el estado no puede dejarlo morir. Este
no es un problema moral, es un problema legal. Respetar la vida y evitar la
omisión al socorro son aspectos centrales de la política de estado en salud.
La creación del Seguro integral de Salud subsidiado por el estado debería
cumplir esa misión, pero no lo hace bien. Las quejas de la población y de los
informes técnicos obligan a un necesario rediseño.
Sólo
estos tres ejemplos bastan para graficar el problema. El reto esta planteado,
nuevas demandas, viejas caras. ¿Logrará PPK articular eficaz y eficientemente
la política macroeconómica con la salud, en pleno proceso electoral?