Expreso

7 de Abril de 1997

¿Por qué la reforma del sector Salud?

 Herbert Cuba G.

 Existe la tendencia a creer que el proceso de reforma del sector Salud es un fenómeno solamente técnico financiero cuya principal consideración es la contención de costos. Nada más alejado de la realidad; el proceso conjuga en su seno dos grandes principios de la modernidad: la equidad y la libertad individual.

Por un lado, la lucha por la equidad convierte a la reforma en una empresa mayor. No se trata sólo de igualdad, la que se explica por sí misma. La equidad se alcanza agregándole a esa igualdad un atributo más.

Por ejemplo, repartir cinco panes entre diez niños en sentido igualitario es darle a cada niño medio pan. Para hacerlo en sentido equitativo habría que recurrir a un criterio adicional; para el caso, la edad. El resultado podría ser la entrega de un pan entero a los niños menores de cinco años y de un cuarto de pan a los mayores de esa edad. Es decir, dar más al que más necesita y menos al que menos. La reforma del sector tiene la imperiosa necesidad de resolver el terrible desao que plantea la falta de equidad en nuestro país, donde un 22% de la población no tiene acceso a la salud.

Por otro lado, la idea del hombre de fines del presente siglo ha sido modelada especialmente por el reconocimiento de su individualidad. El hombre concreto se traslada al centro del quehacer social. No es ya aceptable que se entienda al hombre como medio, es decir como instrumento de fines superiores, de utopías futuras o de sacrificios históricos. El hombre se reclama hacedor» libre, centro del universo, y por lo tanto cuidadoso de su vida y su salud en aras de proyectos personales.

En salud, el reto de la individualidad se llama libre elección. En 1981, la Asociación Médica Mundial, en su declaración de Lisboa, señalaba a la libre elección como el primer derecho del paciente.

Es decir, el derecho de elegir libremente a su médico y de que éste pueda tomar una decisión clínica y ética independientemente de toda intervención exterior. Más todavía, a aceptar o rechazar el tratamiento.

Estas exigencias de la Asociación Médica Mundial urgen a todos los médicos del mundo a buscar los medios apropiados para alcanzar la libre elección. En el caso nuestro, éste es un principio que no se respeta cabalmente; más aún, los principales opositores de la libre elección se encuentran en la misma profesión médica.

Así pues, la conjunción de los principios de equidad y libre elección señala una serie de características en el proceso de reforma de la salud. Como dador de equidad, el Estado financiará la protección y promoción de la salud y las actividades sanitarias con mayor impacto en la poblacións vulnerable, generando responsabilidad compartida en el tratamiento de las enfermedades. A su vez, la libre elección significará que el Estado sólo financiara y el usuario escogerá libremente al médico y/o institución que le brinde la atención requerida.

De este modo, la competencia será una característica importante de la reforma; las entidades prestadoras de servicios de salud competirán por captar el mayor número de usuarios, buscando el financiamiento público o privado, con lo cual se incrementará la eficiencia y calidad de los servicios.

Por otra parte, la reforma implica también la universalidad e integridad de la atención, es decir atender a toda la población, y de todos los daños, mediante, un sistema de financiamiento que combine lo público y lo privado de manera que todo ciudadano tenga un fondo de dinero que, administrado bajo la forma de seguro, se convierta en solidaridad por la difusión del riesgo. Otra implicancia de la reforma será la recreación del sistema vigente con la conjunción de los subsectores de salud, sean públicos, privados, cooperativos, seguros. públicos o privados, terminando en un sistema de salud intersectorial y ecléctico. Esto último, en tanto ninguno de los participantes del sistema es poseedor de la verdad absoluta.

En suma, la reforma de la salud es un reto de amplísima trascendencia que implica un proceso de transformación cuya meta final es proporcionar equidad y libre elección a toda la población peruana.


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