| Expreso |
1 de Agosto de 2003 |
Salud:
buenas señales (II)
Herberth
Cuba García
Las
expectativas que ha generado el nuevo ministro de Salud, un abogado de profesión
y experto en seguros privados, nos obliga a hacer un recuento de los retos que
tiene la reforma; retos que estamos seguros pueden ser encarados por alguien de
fuera del sector, ausente de estereotipos medicalizados. En la primera parte del
presente artículo escribimos sobre la reorganización del ministerio,
reestructuración completa del sistema de personal, de la actividad privada, del
monopolio estatal, del Código de Salud, del sistema de salud y las asignaciones
presupuestales; terminar la aventura del autofinanciamiento, de mayor autonomía
para los centros asistenciales, evitar cambiar las reglas de juego en el
reciente mercado de salud en lo que atañe a medicamentos, etc. Sin embargo
debemos señalar que la lista es mucho más amplia, por lo que agregaremos algo
más:
Se
tiene que replantear completamente el diseño de los seguros en el país. El
Seguro Social necesita pasar la prueba del costo/beneficio.
Creación
de un mecanismo o ente que financie el acto médico integral, incluyendo
medicamentos para las llamadas cargas sociales: discapacitados, enfermos
mentales y los muy pobres, con especial énfasis en los niños y ancianos.
Se
tiene que incrementar la transferencia de responsabilidades de salud a la
propia comunidad. La rica experiencia del Comité Local de Administración de
Salud debe ser reconsiderada y repotenciada. Derogar todas las disposiciones
legales que sirven de corset al trabajo comunitario, como el engendro estatista
llamado Zonadis, Evitar que el reglamentarismo sobre participación comunitaria
esconda los beneficios de la administración compartida, de Salud (CLAS)
funcione dentro de la práctica privada, ya que con subterfugios legales de
menor jerarquía lo están enrumbando al estatismo.
Hacer
cumplir a cabalidad la Ley de emergencias, D.L. 19609, ya que dentro de la
economía de mercado las emergencias tienen características peculiares que
impiden el adecuado funcionamiento de la libertad de decidir por situaciones
límite.
Esta regulación es imprescindible para proteger a la población.
Comprender
que la apertura económica y el rol del mercado en la asignación de recursos
significa no sólo disposiciones legales claras, sino que estas disposiciones
legales no se vean frenadas por mecanismos burocráticos y administrativos,
los mismos que insensiblemente son introducidos por los funcionarios
ideologizados de nivel intermedio.
Se
debe organizar una estrategia para erradicar la informalidad en la salud, hechos
debidamente comprobados y hasta denunciados a diario por la prensa del país.
La venta callejera, ambulatoria, piratería, adulteración de medicamentos; la
automedicación y la "receta" de tratamientos por empíricos y
dependientes de boticas y farmacias. Igual suerte corren los insumos médicos.
Asimismo el problema de los curanderos, chamanes y brujos, que
descontextualizados de su realidad y con artilugios sumamente dudosos ponen en
riesgo la vida y salud de los peruanos.
Se
hace necesario organizar toda una estrategia a largo plazo sobre educación
sanitaria, la misma que involucre no sólo a las escuelas y colegios sino
sobre todo a las universidades, hecho que con la puesta en funcionamiento de
un adecuado sistema de salud podría ser resuelto con mayor coherencia y
facilidad. Asi mismo se hace imperativo capacitar en una nueva gerencia a los
profesionales de la salud, para hacer frente a los nuevos retos que impone el
proceso de reforma del país.
Estrechar
los lazos de coordinación y trabajo conjunto con Indecopi. La defensa del
consumidor, en lo que a salud respecta, el Minsa debe efectuarla de oficio. La
falta de información de los usuarios de los servicios de salud hace que
muchas veces no estén en adecuadas condiciones para defender sus derechos
por sí solos.
El
reto de la defensa del medio ambiente, aprovechando eficientemente la
cooperación
internacional en este rubro. El Minsa debe ofrecer una estrategia líder en este
aspecto.
Organizar
y difundir mucho más las campañas por estilos de vida saludables, el día del
no fumador, etc. En ese sentido, un paso hacia adelante dado por el gobierno es
la prohibición de la propaganda televisiva para cigarrillos y bebidas
alcohólicas
desde las 6 hasta las 24 horas.
La
agenda del ministro de Salud, como vemos, es recargada; sin embargo, es
necesario que haga un esfuerzo global por responder al terrible desafío de la
salud. Cada aspecto tratado en estos dos artículos amerita nuevas propuestas
que expliquen el cómo hacer. Además, estamos seguros de que generarán un
gran debate. Por todo lo planteado, los que venimos batallando año tras año
por la reforma en el país percibimos buenas señales.
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