Expreso

25 de Marzo de 1996

Urge reformular el gasto social básico en salud

Herberth Cuba García

 En artículo anterior sostuvimos que el programa de focalización del gasto social básico de salud subsidia universalmente a toda la población de un área determinada, generando inequidad, ya que en las zonas geográficas focalizadas existen marcadas desigualdades económicas y sociales.

Adicionalmente, hay que aclarar que en este programa no se reforma las formas de gestión y administración del sector salud de la zona, es decir sólo se trataría de un programa de incremento presupuestal sin reforma sanitaria.

Teórica e inicialmente el programa de focalización financia los servicios de salud de las zonas más pobres, cuyos recursos son distribuidos progresivamente en función del mapa de la pobreza hasta conseguir que todos los peruanos tengan acceso al paquete básico de salud, lo que significa mejora y conservación de la infraestructura sanitaria, adquisición y mantenimiento de equipos, el incremento de la oferta de servicios básicos, la adquisición de insumos, capacitación de personal y la organización del trabajo comunitario.

Un objetivo señalado expresamente por los funcionarios del Ministerio de Salud es incrementar la cobertura de atenciones en por lo menos 30%.

Para dicho fin se ejecuta una serie de inversiones en infraestructura, equipamiento, manejo de recursos financieros, de personal y capacitación, se ampliará el horario de atención de los establecimientos existentes con el pago de las horas extraordinarias bajo la modalidad del racionamiento y se contratará nuevo personal. De modo tal que se establezca una diferenciación en cuanto al monto del haber recibido por los trabajadores en función de la zona geográfica.

Todo este panorama no hace sino reforzar el rol del estatismo en la salud, como se demuestra en lo siguiente:

1.- El Estado amplía la provisión de servicios, pidiendo la transformación de éste de gran proveedor populista al Estado es pequeño coordinador y  promotor.

2.- No se discrimina en la práctica la salud básica o preventiva promocional de la curativa y de rehabilitación, lo que impide un adecuado subsidio.

3.- Existe un subsidio, grupal, pero en la práctica es universal, ya que se realiza por zonas geográficas.

4.- Al crecer el Estado proveedor y subsidiador así como al incrementarse los gastos de infraestructura, equipamiento, contrato de nuevo personal, se pone las bases de la corrupción que todo estatismo y populismo genera.

5.- Se frena el desarrollo del mercado de la salud, pues nadie verá el sector salud como una fuente de inversión, sino de gasto, y por lo tanto sin rentabilidad.

6.- Al coincidir el financista con el proveedor en una sola entidad se mantiene los vicios de los monopolios:

a) Ineficiencia y baja calidad de los servicios.

b) Nulo control de los servicios que se prestan en contra de los usuarios: no se puede castigar la ineficiencia, la mala praxis ni la       yatrogenia.

c) El monopolio estatal genera una imposición al usuario, se le quita la posibilidad de elegir y, finalmente, se transforma en una atención paternalista e impositiva.

    d) Se frena el desarrollo de la medicina del país, al favorecer la ineficiencia, la mala calidad y, finalmente, la mediocridad de los profesionales.

    e) Se elevan sostenidamente los costos, ya que el afán de usar los últimos adelantos sin contrapartida en la productividad sobredimensiona la inversión, jalonada muchas veces por signos de corrupción. "El afán de comprar".

    f) Y, por último, no optimiza el mercado de la salud, ya que la asistencia del Estado frena las iniciativas de inversión privada en salud del lugar.

  (*) Autor de los libros:. Salud en la Encrucijada y Salud Dentro de la Reforma, Una Nueva Propuesta.


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