Correo

12 Diciembre del 2002

Debate Médico

La salud y el presupuesto público

*Herberth Cuba García

 El plan estratégico nacional señala que la salud y la educación son aspectos prioritarios para la sociedad y dentro del sector Salud, el Seguro Integral y el Sistema Nacional Coordinado y Descentralizado de Salud; sin embargo, podemos apreciar que luego de aprobarse el Presupuesto General de la República nada ha cambiado. La historia sigue siendo la misma. Por ejemplo, del análisis histórico del presupuesto remarcamos que del total de los ingresos fiscales por recursos propios del gobierno central, el sector que más aporta es el de Salud. En un país pobre como el nuestro esta gran contribución es sumamente regresiva, debido que perjudica a los más pobres. Hay que recordar que los establecimientos de salud generan ingresos, que se originan por los cobros que se hacen a los pacientes, los que pagan absolutamente todos los servicios, y que resulta inhumano considerando que es la población más pobre del país.

Otro ejemplo, el Seguro Integral de Salud es una política prioritaria de corto y mediano plazo del plan estratégico nacional, pretendiendo su universalización, sin embargo podemos apreciar que el presupuesto asignado es insuficiente para las metas estableadas, dividiendo 163,695,000 entre 6,613,000 atendidos resulta un promedio de gasto de 24 sotes por atendido para el 2003 frente a 38.5 soles asignados en el 2002. Además, el Sistema Nacional Coordinado Descentralizado de Salud no figura siquiera en el Presupuesto General de la República.

Finalmente, del total de proyectos de inversiones propuestos por el Ministerio de Salud y aprobado por el Congreso de la República, y cuyo monto total asciende a la suma de 196'145,742 sotes casi la totalidad de proyectos se realizan en Urna. Es decir, para provincias soto ha aprobado un proyecto para el hospital Santa María del Socorro de lea. Belén de Trujillo, y Olavegoya de Jauja y el de Ayaviri, por un monto de 8'320,000 sotes. Es decir, sólo el 4.24% del presupuesto para proyectos de inversión del Ministerio de Salud para las provincias. Otra vez una distribución regresiva de la inversión pública, se deja de invertir en tos lugares más pobres y alejados del país, ampliando la brecha de la inequidad, una vez más la expresión del supremo centralismo.

Se hace necesario corregir esta enorme inequidad, los médicos, la población en general y sobre todo los actores políticos deben comprender que la planificación estratégica concertada o participativa se hace imperativa por la situación por la que atraviesa el sector Salud, tomando en cuenta, sin demagogia y previa comprensión de la directiva que elabora el Ministerio de Economía que obliga a aceptar lineamientos que tocan aspectos de finanzas públicas y disciplina fiscal. Esperamos que el 2004 sea diferente.

(•) Asociación Médica Peruana (AMP)

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